"Al pueblo de Nicaragua nos caracteriza la unidad, la unidad que hemos venido practicando desde la Cruzada Nacional de Alfabetización. Ahí es donde se enfoca el modelo educativo centrado en el desarrollo humano de la persona, la familia y la comunidad, todos siendo parte de la revolución"
Maestro Orlando Pineda




    Laleska Iletse Gutiérrez Orozco
    lgutierrez@cnu.edu.ni
    Consejo Nacional de Universidades
    CNU

La organización e implementación de la Gran Cruzada Nacional de Alfabetización "Héroes y Mártires por la Liberación de Nicaragua" es un acontecimiento único en la historia del siglo XX en el país. La visión del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en su práctica de los ideales y principios revolucionarios de solidaridad, equidad y justicia social,favoreció las condiciones de vida de miles de familias nicaragüenses, que en tiempos pasados no contaban con acceso a la educación, esta era privilegio de una minoría.

A partir del triunfo de la Revolución Popular Sandinista se han suscitado transformaciones profundas en materia de desarrollo humano para la población nicaragüense. La educación ha sido un ámbito vinculante y un indicador de desarrollo humano, una aspiración intrínseca de las personas a nivel personal y colectivo; está impresa en la naturaleza de manera cotidiana. Uno de los ejemplos para el mundo en los avances educativos a nivel histórico en Nicaragua es la Gran Cruzada Nacional de Alfabetización, la primera victoria educativa a nivel nacional.

En la quinta edición de Índice, Revista de Educación de Nicaragua conversamos con el maestro Orlando Pineda, alfabetizador, educador popular y coordinador de la Asociación de Educación Popular Carlos Fonseca Amador (AEPCFA), quien nos comparte sobre el compromiso y trabajo permanente del FSLN por acabar el analfabetismo y con ello erradicar la pobreza, una tarea consecutiva en esta segunda etapa de la Revolución.

Laleska Gutiérrez (L.G.): Buenas tardes, maestro ¿Cómo se encuentra?

Orlando Pineda (O.P.): Buenas tardes. Como Asociación Educación Popular Carlos Fonseca Amador (AEPCFA) nos sentimos muy felices de estar compartiendo con la Revista Índice, que llega a muchas partes de Nicaragua y de América Latina. Especialmente, como un hijo de Nicaragua del Caribe Norte, me siento muy contento por esta invitación; con todo el amor y cariño queremos compartir lo que hemos hecho en estos 43 años desde la Gran Cruzada Nacional de Alfabetización hasta nuestros días.

Es necesario que la comunidad internacional se dé cuenta de los grandes aportes y logros que hemos tenido. La educación en Nicaragua tiene como principios el humanismo, el amor, el compartir y el internacionalismo; por ello, es importante compartir el conocimiento al pueblo nicaragüense, en especial a los jóvenes.

L.G.: ¿Cuál considera que fue el aporte más significativo de la Gran Cruzada Nacional de Alfabetización, constituida como la primera victoria educativa para la liberación y triunfo del pueblo en Nicaragua?

O.P: Durante la organización de la Gran Cruzada Nacional de Alfabetización, la Dirección Nacional nunca advirtió los inmensos aportes y transformaciones sociales. Vamos a seguir repitiéndolo todas las veces, las revoluciones son tan prodigiosas, tan benditas, diría yo. Una revolución está hecha para darle un inmenso abrazo a la educación y a la salud. Las revoluciones se sostienen especialmente a favor de la salud y la educación.

Desde antes de 1979 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) se planteaba como objetivo declarar a América Latina "libre de analfabetismo", pero Nicaragua antes del 2000, específicamente en 1980 con el proyecto educativo de la Cruzada en un periodo de cinco meses ya presentaba grandes resultados: el analfabetismo se redujo del 50.35 % al 12.96 %. Esta gran hazaña fue protagonizada mediante una movilización popular de los jóvenes nicaragüenses.

Al terminar la Cruzada, la UNESCO otorgó a Nicaragua el premio Nadezhda Krupskaya y bautiza el proyecto como la movilización y participación más grande del siglo XX, porque miró que 95,582 jóvenes se movilizaron por voluntad propia a las montañas de nuestro país para enseñar a leer y escribir a los obreros y campesinos. Esos jóvenes subieron hacia las montañas donde estaban las madres campesinas dispuestas a atenderlos. Ellas les daban de comer a esos brigadistas y les enseñaron a tapiscar el maíz.

También estaban participando las madres y los padres campesinos. Hasta este momento, ¡cuántas personas tenemos involucradas ya! Además, las madres de esos brigadistas de 20, 16, 14 y 13 años subían a las montañas con pinolillo, leche y demás alimentos para compartir con los jóvenes. Eran amigos, amigas, hermanos y hermanas, ¡una Nicaragua entera haciendo suya la Gran Cruzada Nacional de Alfabetización!

En la Gran Cruzada Nacional de Alfabetización hubo varios aportes, pero el principal fue sentar las bases para garantizar la movilización popular de miles de jóvenes. En aquellos tiempos ya contábamos con un referente que era Cuba, donde 60,000 jóvenes contribuyeron a su proyecto educativo. Los logros de la Cruzada en Nicaragua son parte de la gran audacia de la Dirección Nacional con el triunfo de la Revolución Popular Sandinista, el 19 de Julio. ¡Cinco meses más tarde ya estábamos yéndonos a la montaña!

La reducción del analfabetismo al 12.69 % fue una gran proeza realizada en corto tiempo. La UNESCO admiró el gran río de jóvenes que regresábamos de la montaña, por ello nos bautizó como la movilización y participación más grande del siglo XX. Además de los 95,582 jóvenes estaban miles de madres que iban hacia las montañas a dejar pinolillo, galletas, pan, cualquier cosa. ¡Ahí iban las pobres mujeres a mirar a sus hijos para abrazarlos y admirarlos por la proeza que estaban haciendo en esa montaña tan profunda donde solo camino lodoso había! No había carretera. ¿Cuántas personas llevamos ya? 95,582 Marías, Juanas y Antonias enseñándoles a echar tortillas a las muchachas, enseñándoles mil cosas del campo que tenían que hacer. Eran madres campesinas protegiendo a esos jóvenes. También, esos 95,582 Juanes y Pedros que les enseñaron a los jóvenes a afilar el machete, a levantarse a las cinco de la mañana para ir a trabajar a la socola de los campesinos; y los ciento y pico de choferes que llevaban la comida hacia las distintas montañas; las botas, las pangas y los campesinos con la provisión rumbo a las distintas partes del este, oeste, norte, sur de esta patria. Sin mencionar a la gente que estaba en el Ministerio de Educación.

Además, los nicaragüenses tomamos con amor a nuestra patria e hicimos nuestra la movilización y participación. Esa gran tarea ha sido admirada por el mundo entero. Ese fue el aporte más grande durante aquella temporada.

Nicaragua sigue siendo participativa y movilizativa. Fijémonos bien en las jornadas de vacunación masivas, en las visitas casa a casa, en la participación de la comunidad universitaria en las diferentes campañas y actividades del Gobierno. El país todavía está movilizado a favor de las tareas de salud, educación, infraestructura; donde nos llame la patria y la revolución, ahí están estos jóvenes de ayer, hoy y mañana, movilizándose en las distintas tareas.

L.G.: ¿Podría comentarnos cuál fue su experiencia en el proceso de organización y desarrollo de la Gran Cruzada Nacional de Alfabetización?

O.P.: Hay dos aspectos. Cualquiera diría que la Cruzada Nacional de Alfabetización comenzó el 23 de marzo de 1980 y nos fuimos al campo, porque así se conoce, pero la verdad es que 60 días antes habían cerca de 40 o 50 personas de la UNAN, la Juventud, la Asociación Nacional de Educadores de Nicaragua (ANDEN), campesinos y obreros reunidos en un solo lugar. Unos trabajando en la cartilla, otros en la logística y otros en distintas comisiones. Estuvimos 60 días concentrados para lograr organizar todo. Nosotros tenemos los libros en el Museo de la Asociación de Educación Popular Carlos Fonseca Amador. Estos fueron trabajados antes y durante la Cruzada Nacional de Alfabetización.

En ese momento se decidió cómo iba a ser el reglamento y se propone la fundación de una comisión nacional, después una comisión departamental, luego una comisión municipal y una comisión comunal. Esta última se encargaba de decir cuáles eran los albergues donde estarían los jóvenes en aquel tiempo.

Había una paginita ya diseñada desde Managua que todos los jefes de departamento tenían. Los brigadistas que estábamos en las montañas debíamos traerla hasta Managua. Es decir, el padre campesino decía si iba a tener un brigadista o dos en esa comunidad, entonces venía esa página directamente a Managua. Si había 7,525 brigadistas, debían estar 7,525 páginas, entonces eran sacos y sacos.

Esas comisiones que se encontraban en las montañas ayudaban principalmente a las comisiones municipal y comunal. Las comisiones para cada punto de alfabetización en las comunidades o en los municipios debían ser el brazo derecho, los enlaces del Ministerio de Educación. Luego, esas ayudaban a la organización nacional a tener un orden casi perfecto. ¡Yo creo que la excelencia en la implementación de la Cruzada Nacional es una de las cosas que se debe poner en práctica en la actualidad!

L.G.: ¿Cuál cree que fueron las transformaciones sociales desde la visión y filosofía de una Nueva Nicaragua que vinculara los logros de la Gran Cruzada Nacional de Alfabetización?

O.P.: Hay que tomar en cuenta que la Cruzada Nacional de Alfabetización sienta las bases, a como ya lo sabemos, y logra que cada joven encontrara su vocación profesional ¿Qué quiero decir? Aún hoy día hay muchos jóvenes en busca de algunos planes en su vida ¿Y qué pasa?, que llegan a quinto año y no saben qué van a estudiar: "Quiero estudiar Medicina" y después se arrepienten, abandonan la carrera. "Voy a estudiar Ingeniería", después se arrepienten.

La Cruzada Nacional de Alfabetización logra que esos 95,582 jóvenes tomen sus decisiones a la orilla de los ríos, en las montañas, en los bosques. En la belleza de la naturaleza el joven logra concentrarse y decir: —Voy a estudiar Medicina, voy a estudiar Magisterio— sencillamente, por ejemplo, porque querían regresar siendo maestros para servirle a esas comunidades, servirle a la patria. En la montaña logran estudiar Magisterio, Enfermería o Medicina para servir como médicos a esos lugares donde habían dejado a sus madres y padres campesinos, donde habían dejado esa comunidad y deseaban poder regresar para aportar. Esas son transformaciones del ser humano. Una mujer u hombre alfabetizado le sirve a la patria con los principios que ha generado su conocimiento.

Esas son parte de las transformaciones que nos hereda la Gran Cruzada Nacional de la Alfabetización. Si no la hubiéramos tenido, los pobladores nicaragüenses seríamos distintos, pensaríamos en nosotros, nada más. En cambio, esta revolución y la Gran Cruzada Nacional de Alfabetización nos han enseñado que no somos de nosotros. Los nicaragüenses, los revolucionarios somos para el pueblo, nos debemos al pueblo y tenemos que estar con el pueblo.

La Cruzada Nacional de Alfabetización tiene como principio la paz. Ahí nace el amor hacia la paz. Cuando vos alfabetizás a un ser humano lo transformás, se trata de que piense de otra manera, que aprenda a amar, que es la paz; amar significa compartir lo tuyo con el otro. Con el proyecto educativo también aprendimos sobre el respeto a los derechos humanos.

La Revolución Popular Sandinista y la Gran Cruzada Nacional de Alfabetización nos dejaron tres principios que seguimos practicando: la paz, el respeto a los derechos humanos y el amor. Por eso cada día abonamos a favor de la paz, no solo la paz de Nicaragua, que ya la tenemos, sino por la paz del mundo.

La Insurrección cultural contribuyó al internacionalismo para compartir nuestro conocimiento y experiencias con otros países.

L.G.: Nos mencionó algo muy importante, maestro, y es el amor ¿Podría comentarnos cuáles fueron esos referentes pedagógicos y metodológicos de la pedagogía del amor que se implementaron durante la Gran Cruzada Nacional de Alfabetización?

O.P.: Desde la Gran Cruzada Nacional de Alfabetización no solo enseñamos a leer y escribir y ¡listo! Sería una burla enseñarle a leer al obrero y al campesino, a una familia: "mamá sale con papá" y sentirnos satisfechos con eso. Sería una burla enseñar a leer a un ser humano para que lea un libro o el periódico. Nosotros tenemos seriedad, por eso en la Cruzada el joven enseñó a leer para que esa comunidad entendiera que es mejor prevenir la enfermedad que la enfermedad misma. No solo nos concentramos en la enseñanza de leer un libro, nos enfocamos más allá; enseñamos cómo prevenir el dengue, la diarrea y otros padecimientos.

Desde la Cruzada Nacional de Alfabetización hemos puesto en práctica aprender a leer ¿Para qué? Aprender a leer para producir rubros que generen ganancias a las familias. Es sumamente necesario que la familia duerma en una cama bonita, no en un tapete; que el campesino tenga un televisor; que la familia tenga el pan de cada día en tres tiempos ¿Qué quiero decir? Para que las familias tengan todas esas cosas que menciono, para que la familia viva bien, necesitamos producir la tierra para mejorar la economía de las familias, del municipio, departamento y de la nación, ello contribuirá a disminuir la pobreza. Esa es la teoría del amor, no hablar solamente "te enseño a leer y listo". Eso no es correcto, se trata de enseñar a leer para que el hombre y la mujer puedan ganar la batalla del cuarto grado, llegar a sexto grado, el bachillerato, que es lo que el Ministerio de Educación está haciendo, y luego tener odontólogos, enfermeras, maestros, licenciados, ingenieros. En eso contribuimos desde hace tiempo.

L.G.: ¿Podría comentarnos algunas experiencias basadas en la pedagogía del amor durante la insurrección cultural?

O.P.: La Asociación de Educación Popular Carlos Fonseca Amador se ha dado a la tarea de trabajar la pedagogía del amor. Confieso que no la hemos escrito, solo la hemos puesto en práctica, pero sí nos unimos con el Ministerio de Educación (MINED) y con el Consejo Nacional de Universidades (CNU). Yo creo que podríamos escribir lo que estamos haciendo con el CNU en Tik Tik Kanú. Eso es pedagogía del amor. Ahí tenemos una universidad que forma a estudiantes en las áreas de agricultura y ganadería. A la par de ello tenemos una escuela campesina enfocada en el ámbito de la ingeniería agropecuaria ¿Qué pasa con los que llegaron hasta cuarto grado? ¿Qué pasa con los que solo saben leer? ¿Los apartamos? Pues no. La educación es incluyente, debemos preocuparnos porque, si tenemos bachilleres, también debemos formar técnicos en agricultura y ganadería, especialmente con el aporte de productores locales.

Debemos estar claros de que la tecnología avanza. Por ello, en Tik Tik Kanú (Región Autónoma de la Costa Caribe Sur, RACCS) tenemos una escuela de computación en conjunto con la UNAN-Managua; esta institución nos presta a sus profesores para contribuir con la formación de los jóvenes. Asimismo, en esta región los campesinos de la comunidad, expertos en la producción de arroz, en la tecnificación del frijol y en la porcicultura desarrollan charlas sobre agricultura y ganadería.

Estamos preparando las bases para articular la pedagogía del amor con las nuevas tecnologías y así, cuando llegue el momento, podamos estar preparados con nuestra gente. Eso significa que estamos alfabetizando en la agricultura y ganadería con herramientas alternativas enfocadas en el desarrollo humano pleno de los protagonistas. En Tik Tik Kanú y en los pueblos circunvecinos tenemos cerca de 85 campesinas y campesinos que saben preparar el queso técnicamente; comenzaron vendiendo 500 libras de queso, hoy están vendiendo 5,000 libras. La Universidad Nacional Agraria (UNA), a través de sus autoridades, ha contribuido en áreas técnicas como los bloques alimenticios para elevar la producción del ganado. Esto demuestra que la educación en Nicaragua no está aislada, está vinculada con la salud, agricultura y ganadería; piensa en los campesinos, en la participación de personas en distintas tareas. Por esta razón, la pedagogía del amor puede implementarse en muchos municipios de Nicaragua. Con este modelo pedagógico atendemos preescolar, primaria, secundaria, escuelas técnicas de computación, escuelas de agricultura y ganadería, así como otras áreas del conocimiento a nivel universitario.

En este momento histórico los nicaragüenses debemos sentirnos muy orgullosos por lo que estamos haciendo a favor de nuestra patria, pero también por ser un modelo educativo que logra aprender con amor, cariño y respeto de su pueblo. En Nicaragua todos estamos inmersos en la educación; una muestra de ello es que la Alfabetización se celebra en las escuelas y en cada casa. Los puntos de alfabetización no podrían tener cabida solo en las aulas, están en cada familia que presta su casa como espacio educativo.

La pedagogía del amor se vive cuando el hijo del vecino que está en sexto grado o primer año va a ayudar en ese punto, mientras agricultores llevan elotes o pinolillo a ese espacio para que las ocho, nueve o diez personas que están aprendiendo a leer coman algo y se sientan alegres. Estamos hablando de una Nicaragua con un modelo totalmente distinto a la educación tradicional.

Somoza nos hereda el 96 % de analfabetismo en Río San Juan. Eso significa que solo cuatro de cada 100 personas sabían leer. ¡Imagínese! 96 % de analfabetismo. ¡Qué crimen! ¡Qué irrespeto a los derechos humanos! ¿Por qué? Es lógico, si quieres explotar a un pueblo, mantenlo iletrado, analfabeta. Después de la Gran Cruzada Nacional de Alfabetización, por lo extenso que era Río San Juan, la Dirección Nacional toma la decisión de organizar tres zonas especiales: Caribe Norte, Caribe Sur y Río San Juan para darle prioridad en salud y en educación. Sin embargo, al tomar esa decisión había un gran problema, Somoza solamente había dejado 40 escuelas de tercer grado y un instituto tecnológico. En esas 40 escuelas solamente había 64 maestros para una población tan grande y extensa como Río San Juan. Se necesitaban, por lo menos, 500 maestros.

Nos preguntamos ¿Cómo hacemos frente a un departamento con un porcentaje tan alto de analfabetismo? En ese momento nace la brigada "Benicio Herrera Jerez", la primera brigada después de la cruzada que sale hacia las montañas y que penetró en Río San Juan durante la guerra. Teníamos que ganarnos el corazón de cada uno de esos pobladores. Por ello, nace la idea de que los mismos maestros de la brigada sean los que aprendan de salud preventiva.

Los brigadistas de las escuelas normales y 50 de la UNAN-Managua iban preparados para combatir, para enfrentarse a la guerra, porque ya estábamos en el año 83 en la mera guerra en Río San Juan, territorio fronterizo con Costa Rica, nación que estaba apoyando a la contrarrevolución financiada por el imperio norteamericano. Por tal razón, había una emboscada día a día. Muchachas y muchachos en edades de 21 a 24 años estaban preparados en arme, desarme de franco tiradores, listos para disparar; pero también atendian temas de salud. Además, nos dimos a la tarea para que cada brigadista organizara las distintas cooperativas y pudiera dedicarse a sembrar y producir aguacates, así como la raicilla, que en 1999 se exportaba a Alemania.

La brigada "Herrera Jerez" no se dedicó solamente a la alfabetización, también organizó la Escuela Normal para formar a los maestros locales. De esta manera, la brigada sentó las bases para una pedagogía desligada a "Pi es igual a 3.1416". Esta se relacionó con el compartir conocimientos sobre la agricultura y la ganadería para mejorar las economías de las familias. La UNAN-Managua, la UNAN-León y la UNA han contribuido en la formación de profesionales de distintas áreas del conocimiento desde el territorio.

La gente de Río San Juan todos los martes o jueves salía y regresaba los viernes, venían repletos de chiltomas, cebollas, bananos, plátanos, carnes; con la alfabetización se terminó todo eso. Hoy día son productores de leche, raicilla, que es una planta medicinal. No necesitan ir a ningún lado porque son productores. Durante el proceso de alfabetización organizamos 350 cooperativas. Hoy Río San Juan evidencia su progreso mediante la construcción de carreteras.

La gente asumió la educación como propia, y claro, si un pueblo asume la educación como propia, entonces hemos vencido. Esa es la victoria, que el pueblo asuma sus propias responsabilidades. Yo vine de ahí en 1999, un poquito antes de perder las elecciones me trasladaron desde allá a Managua a la Dirección Nacional con la tarea de visitar cada uno de los departamentos y hablar sobre la pedagogía del amor. Aquí lo hemos hablado un poquito rápido, pero es extenso porque tiene que ver mucho con el bienestar de la población. Sin embargo, ¿cómo compartir la educación con toda la familia y comunidad? La municipalidad junto con el Ministerio de Educación debe ser el principal responsable de la educación de la población de la localidad. Asimismo, debe dar seguimiento a cada una de las personas que están en primaria y secundaria.

La Dirección Nacional tenía el sueño de replicar el modelo de Río San Juan en cada uno de los departamentos del país, pero en ese tiempo perdimos las elecciones. Ahí nace la Asociación de Educación Popular Carlos Fonseca Amador (AEPCFA), un día después de haber perdido las elecciones, el 26 de febrero de 1990.

No podíamos, en ningún momento, decir: "Bueno, pongámonos a llorar". Sí, estábamos llorando con un ojo y con el otro estábamos pensando qué hacer porque debía nacer un organismo que no dejara morir en ningún momento la Gran Cruzada Nacional de Alfabetización, que debe mantenerse viva toda la vida, que implica seguir haciendo educación hasta el último día de nuestras vidas. Ese fue el trabajo de la Asociación en el periodo de 1900 hasta el 2007, luchar y preservar no solamente la alfabetización, sino también la pedagogía del amor que tuvo un auge en San Francisco Libre y en otros municipios donde nos llamaron. Por eso, cada 23 de agosto con el Comandante Daniel Ortega íbamos a declarar territorios como San Francisco Libre, Niquinohomo, Nandasmo, Palacagüina libres de analfabetismo; abonamos a favor de que el Ministerio de Educación bajo los mandatos en el periodo 1990-2006 no hicieran caso omiso a las necesidades del pueblo, porque teníamos que seguir alfabetizando para demostrar que había un Frente Sandinista de Liberación Nacional luchando por la educación de nuestro país. También, porque teníamos un juramento del General Sandino, un juramento del Comandante Carlos Fonseca Amador para continuar alfabetizando; debíamos continuar por nuestros héroes y mártires que murieron soñando con un pueblo alfabetizado.

Aún con ello, en 1992, el modelo de alfabetización para la salud, agricultura y cuidado del medioambiente se replicó en San Francisco Libre, municipio del departamento de Managua. Ahí se reprodujo lo que habíamos hecho en Río San Juan, aunque de una manera distinta, porque se crea el primer Centro Medicinal de Hidro Fangoterapia. También, con ayuda de distintas instituciones de Managua se realiza la reforestación de los afluentes y de las áreas urbanas de San Francisco Libre. La sequía de cinco o seis años causó llagas en la piel de los niños de uno, dos y tres años de edad de ese municipio de Managua, porque la mezcla del polvo, estiércol de vaca y polvo contaminaron la tierra y empiezan a producirse problemas en la piel de los niños y adultos. Esto sucedió durante el mandato de Violeta Barrios en que nos negaron las medicinas para llevarle a los niños.

Por suerte de la vida, un recién alfabetizado cuenta que no se sentía tranquilo por la picazón del cuerpo, de la sarna, porque niños y adultos tenían picazón. El hombre se llama Chimino, él buscó el lago cuando estaba casi 6-7 kilómetros de la parte urbana, pero a medio camino se encontró con unas aguas milagrosas —¿Para qué voy a ir al lago si aquí me puedo ir a bañar?— se preguntó. Según él, esas aguas eran tibias; le dió sueño y se acostó en la gamba de un palo. A las tres de la tarde se despertó y como no tenía picazón en algunas partes, se volvió a bañar. Terminó quedándose ahí hasta el día siguiente en la mañanita; se despertó, se volvió a bañar y el hombre se sintió tan tranquilo porque ya no tenía picazón. Luego fue al pueblo a decir que allí estaba la medicina.

Logramos trasladar a los niños en una camioneta negra. Chimino después escribió una carta que decía: —Gracias a Dios y a las aguas milagrosas que logré bañarme en esas aguas y hoy yo no tengo picazón— (hoy Chimino debe tener 90 años). Cuando leemos la carta inmediatamente le digo a unos compañeros que teníamos en San Francisco Libre: ¿Dónde está Chimino? ¿Dónde está ese hombre? Me llevan donde Chimino y él me empieza a comentar —Figúrese, maestro, que así, así, así— A lo que yo respondí: Buscate tu machete y me enseñás dónde quedan esas aguas. Estaban ubicadas a unos 500 metros de la parte urbana de San Francisco Libre. Íbamos chapeando el monte hasta que llegamos al lugar. ¡Cuál es mi sorpresa!, que sale humo de las aguas, por eso mandamos a limpiar bien y empezamos a hablar en cada comunidad para traer a diez o 20 niños por día para bañarlos ahí. Así fue como salvamos a todos los niños que tenían problemas de salud en el municipio.

Cuando la gente reconoce los beneficios intrínsecos de la Alfabetización en materia de salud también desea aprender a leer y escribir. Así fue que en 1993 en San Francisco Libre logramos disminuir el analfabetismo en un 3.5 %.

No es posible llegar a decir "Yo te voy a enseñar a leer" y la gente se acerca. Eso no es cierto. Nicaragua ha tenido muchos triunfos en el ámbito de la educación, especialmente en la alfabetización y con la pedagogía del amor de la que mucho se escribe ya en Cataluña, en Sevilla, en Valencia y en la misma Universidad de Barcelona, España. Es diferente cuando vos le decís a la gente: "Vos tenés cinco manzanas de tierra. Si lográs sembrar 100 palos de aguacate en una manzana y por cada uno cosechás 300 unidades; 300 unidades de aguacates multiplicado por 100, ¿cuánto te da? Eso equivale a 30,000 unidades a un precio de 30 córdobas, entonces tenemos 30 por 30,000 aguacates. Eso nos da 900,000 córdobas. Significa que tenés 900,000 córdobas que nunca los habías visto por una manzana". —¿Qué hago con las otras cuatro manzanas que tengo?—, ellos pueden pensar —Aprendo a leer para que me enseñen a producir otros rubros que generen recursos económicos—. Esa es la pedagogía del amor, una pedagogía que no tiene que ver con solo aprender a escribir "mamá y papá van al cine" o "mi mamá me ama", "papá me ama" o un libro. Aprendés a leer para vivir una vida totalmente distinta. No es simplemente: "Yo te quiero enseñar a leer y escribir".

Otra cosa es que para enseñar a leer tenés que estar enamorado; si vos no estás enamorado de ayudar a la gente, si no te nace ayudar, si no sentís la patria en tu corazón, en tus venas, en tu cuerpo, es mejor no ser parte. Siempre he dicho que las cosas hay que hacerlas con amor; de lo contrario, vamos a ser infelices realizando las tareas que se nos encomiendan, porque cuando se hacen las cosas con amor estás lleno de felicidad. Yo creo que, hablando un poco de la pedagogía del amor, que a nivel muy personal agradezco porque me ha dado mucha felicidad, cada obrero, cada hombre, cada mujer que aprende a leer, que toma un libro y que sabe leer, no solamente sabe poner su nombre. Cuando un joven enseña a una persona con quien estuvo tres o cuatro meses y ve resultados en su proceso de aprendizaje, le ruedan las lágrimas de alegría. Esa es la felicidad de ayudar a nuestro pueblo para que pueda salir adelante.

L.G.: ¿Nos podría comentar el contexto en que la UNESCO otorga un segundo reconocimiento a Nicaragua?

O.P.: En aquel tiempo, cuando estábamos en la plena guerra en Río San Juan donde se tenía el 96 % de analfabetismo era muy duro trabajar. Los años 1982, 1983 y 1984 fueron terribles, perdimos cinco maestros ahí; era pura guerra. La Brigada "Benicio Herrera Jerez" tenía su estado mayor, pertenecíamos al Ministerio de Educación, yo era el responsable del MINED ahí. Logramos construir todas las escuelas de primaria en Río San Juan hasta sexto grado. No había una comunidad donde no hubiera preescolar y primaria. Logramos abrir la primera Escuela Normal con el nombre "Mélida Anaya Montes", una escuela lindísima que la ubicamos en un cerro arriba de San Miguelito, donde divisamos todos los volcanes de Occidente, en un cerro plano donde se miraba toda la belleza de Solentiname. Ahí se miraba todo el lago y se respiraba un aire puro. En aquel tiempo habíamos comprendido que la educación debe dar felicidad. Por eso en Río San Juan es raro que haya un maestro de Managua, todos son de ahí, todos son licenciados, ingenieros.

En aquel tiempo bajamos a muchachas campesinas y las preparamos en sexto grado rápidamente para estudiar en la escuela. También, logramos la primera escuela de agricultura y ganadería en Solentiname; teníamos puestos de salud, primaria, secundaria, todo. En 1987 cuando el Ministerio de Educación mira que, además de la primaria y secundaria, estamos logrando bajar los índices en analfabetismo, le notifica a la UNESCO que nosotros queremos declarar a Río San Juan libre de analfabetismo. Por ello, viene a Nicaragua Ana Luisa, estadígrafa de la UNESCO de su sede en Francia, y pasa llevándose por San José, Costa Rica, a Juan Chong. Llegan a Río San Juan a investigar esa zona de guerra, pobre y difícil, en la que 64 % era agua, y me dicen —Bueno, ¿adónde vamos a ir?— Entonces, les muestro el mapa de Río San Juan para que marquen con una "X" adonde querían ir, si a diez lugares o a todos. Los acompañarían 100 compañeros del Ejército. Uno de los lugares por recorrer era Buena Vista de Boca de Sábalos, una zona peligrosísima, pero ellos habían decidido ese lugar. Nosotros solo dijimos: —Esa zona es peligrosa, pero muy bien, vamos a ir— Fuimos a La Azucena, San Miguelito y El Castillo.

Después de hacer un recorrido en tres, cuatro días, se sentaron y como a las 3:00 de la tarde el Estado Mayor de Río San Juan me llamó y me dicen —Maestro, la UNESCO dice que tiene el 3.67 % de tasa de analfabetismo—. Fue uno de los días más felices de mi vida porque no había sido una zona fácil, había perdido a cinco maestros en ese tiempo y fue duro para mí. ¡Fue una gran alegría para el pueblo! Yo le comuniqué a todos los compañeros la noticia, ellos se sentían muy felices. La UNESCO declaró que Río San Juan era el primer departamento de América Latina libre de analfabetismo, entonces le otorgó a Nicaragua el segundo premio Nadezhda Krupskaya.

Yo soy un hombre muy feliz porque también aboné a la Cruzada Nacional y en Río San Juan estuvimos al frente. He aportado y sigo aportando a esta patria para mantener esos dos premios que nos otorgaron. Como nicaragüenses debemos sentirnos orgullosos por todos los que participamos.

L.G.: ¿De qué manera la Gran Cruzada Nacional de Alfabetización abona a que la familia, los niños, niñas y jóvenes se sientan parte de esta gran revolución educativa?

O.P.: Yo creo que es sumamente necesario que todos los maestros y los técnicos del Ministerio de Educación, los profesores y comunidad educativa de todas las universidades del CNU debemos ser líderes y estar completamente enamorados de la educación en Nicaragua. Nuestro país ha sido un ejemplo para América Latina. Durante la Cruzada Nacional de Alfabetización los ojos del mundo estuvieron puestos en nosotros, por eso debemos seguir dando ejemplos, no por vanidad, sino para salvar a América Latina, África y el mundo entero del analfabetismo. Es penoso tener millones de personas en el mundo que aún no saben leer ni escribir, millones de niños que no están en la escuela. Nicaragua no es parte de eso, ni Venezuela, ni Cuba porque tenemos gobiernos preocupados por la educación, la marcha y el seguimiento de quienes aprenden a leer porque hay que darles un seguimiento. Nicaragua no se siente culpable de esa catástrofe en el mundo de la educación, de ese irrespeto a los derechos humanos y de ese irrespeto a la paz de los gobernantes capitalistas que no abonan por la educación de su pueblo.

El Ministerio de Educación debe tener mucho cuidado en cerrar los tres ríos más importantes en nuestra patria: el primero, no permitir que en las comunidades de esta patria exista un iletrado, porque la tarea de alfabetizar no solo les corresponde a los maestros. Tenemos jóvenes que quieren trabajar por nuestra revolución como todos los que están en la escuela de computación de Tik Tik Kanú, como los que nos llevamos a construir los dormitorios donde iban a ir a descansar los garífunas, miskitos, mayagnas de la universidad que tenemos en Tik Tik Kanú que aglutina todas las etnias de este país. ¿Dónde hay universidades en otros países que junten a los indígenas en un solo espacio? No hay.

El segundo río es que todos los que aprenden a leer sean atendidos para que no retrocedan. Si no le damos seguimiento van a tener una regresión. El tercer río es el más delicado, consiste en tener a todos los niños en la escuela. En el mundo, millones de niños no están en la escuela y van a ser iletrados más tarde. Por eso, la patria y el Ministerio de Educación, los alcaldes, la población nicaragüense tienen la responsabilidad de que en Nicaragua esos tres ríos se mantengan para seguir siendo orgullo de esta América donde la educación es totalmente distinta a otros países. Aquí hay participación de todo el pueblo, tenemos un Ministerio de Educación con miles de maestros más que en aquellos años. Hoy día no hay una comunidad donde no existan tres, cuatro, cinco o seis maestros. ¡Eso es una belleza! Ese lujo no lo tienen otros países y nosotros tenemos que seguir abonando.

Yo creo que hemos sabido leer nuestro entorno político, económico y social. Nosotros perfectamente sabemos que una de las transformaciones de la cruzada es que hoy tenemos gente que con segundo año te puede hablar de los hechos históricos a nivel nacional e internacional. Hay transformaciones que se leen y notan al instante. Hoy día los pueblos originarios son tomados en cuenta. ¿Dónde se ha visto una universidad en la montaña donde estén las diferentes etnias de un país aprendiendo agricultura y ganadearía? ¡Imaginate, ingenieros en agricultura y ganadería! Cuando vos estudiás, te graduás como fitotecnista o como agrónomo, pero no salís ingeniero en agricultura y ganadería. En el Caribe Sur sí porque estamos luchando a favor de lograr que, tanto los campesinos en la escuela campesina como en la universidad, logren aprender técnicas de agricultura y ganadería para producir 45,000 manzanas de tierra que están sin uso en la zona. Estamos poniendo en práctica cómo sembrar almendro porque en el año 2030 vamos a vender aceite de almendras producido en Nicaragua. En un tiempo cercano también vamos a producir aceite de coco. Esto es fruto de la educación en Nicaragua y se está logrando con la articulación del CNU, a través de la contribución de la Universidad Nacional Agraria. El propósito de estos proyectos es que la educación sea el motor para disminuir la pobreza y lograr el desarrollo económico.

L.G.: Desde su perspectiva ¿Cómo Nicaragua sigue siendo un ejemplo para el mundo a través del proceso de alfabetización? ¿Qué elementos podemos destacar en la tarea para disminuir los índices de analfabetismo en nuestro país?

O.P.: La paz. Debemos destacar que mientras nos mantengamos unidos, podremos lograr que esta Nicaragua siga siendo victoriosa, abonando a favor de la paz, sumar y multiplicar. Estos son los deseos de nuestra revolución porque unidos podemos lograr muchas cosas. Debemos retomar el ejemplo del trabajo conjunto de los subsistemas educativos: Consejo Nacional de Universidades (CNU), Ministerio de Educación (MINED), Instituto Nacional Técnico y Tecnológico (INATEC) y Subsistema Educativo Autonómico Regional (SEAR).

Si el caso fuera contrario y estuviéramos divididos, cada quién haciendo lo que quiere pensando en individualismo, no se podría abonar a favor de logros victoriosos del pueblo. El mundo entero debe mirar que estamos hablando de paz, unidad, desarrollo humano; nos debe observar realizando tareas, como las que hemos venido trabajando desde 2007 hasta este momento.

L.G.: El Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional se ha interesado mucho por los pueblos originarios y afrodescendientes, ¿cuáles considera que han sido los avances en Nicaragua en este contexto?

O.P.: Bueno, nosotros somos sandinistas, nuestra revolución está enamorada de los pueblos originarios y afrodescendientes. Por lo tanto, como AEPCFA debemos hacer propio ese enamoramiento para contribuir con los avances en nuestro país y lograr que los pueblos originarios y afrodescendientes se sientan cerca porque son nicaragüenses. Nosotros no podemos poner en práctica lo que hacen en otros países que marginan a los pueblos originarios. Aquí en Nicaragua nuestro gobierno ha priorizado a los pueblos originarios; cuatro meses después de la Gran Cruzada Nacional realizamos una para ellos.

Desde ese momento, nuestro Buen Gobierno sandinista se ha preocupado por contribuir al desarrollo de los pueblos originarios. Por ejemplo, existe atención a la formación integral de la población mediante centros educativos como el instituto ubicado en el corazón de Bosawás. ¿Dónde hay un interés en grandes edificios para los pueblos originarios? Solo en Nicaragua. ¿Cuántos maestros hay ahí? Hace poco logramos que 77 maestras de primaria y secundaria aprendieran computación con cuatro maestros de la UNAN-Managua. En esos tiempos, para llegar, debíamos caminar ocho horas desde Bonanza. Hoy, nuestro Gobierno ha mejorado las condiciones de vida con una carretera; en hora y media estás ahí. Pero cuando los ríos están llenos no se puede pasar.

Aquí en Nicaragua, ¿en qué lugar de los pueblos originarios no hay una escuela? Solo imaginate que los pueblos originarios de Río Coco están libres de analfabetismo, los miskitos, mayagnas están libres de analfabetismo desde 2010 con el programa "Yo, Sí Puedo". En cada lugar había un televisor y era fácil para nosotros tener un punto de alfabetización mediante un programa televisivo que se producía y transmitía desde Managua. Cada lugar tenía un televisor de 48 pulgadas donde todos querían aprender a leer. Había hasta 24 personas frente a un televisor aprendiendo a leer en una sola clase y los niños también abajo aprendiendo con el método de alfabetización "Yo, Sí Puedo". ¡Era una cosa bonita!

Nuestro Gobierno logró llegar a cada comunidad indígena con 350 televisores que iban hasta Río Coco; no estamos hablando de una atención o amor a los pueblos originarios de palabra, son hechos. También, hay hijos de familias de pueblos originarios que están en las universidades estudiando; algunos son internos y nuestro Gobierno les otorga una beca en la UNAN-Managua, UNA y UNAN-León, por ejemplo. No estamos hablando de un gobierno que no incluye en sus proyectos a los pueblos originarios; todo lo contrario, hablamos con hechos concretos y los nicaragüenses debemos sentirnos orgullosos porque esto no se mira en otros países.

En 2008 el comandante Daniel Ortega Saavedra nos pidió a la Asociación de Educación Popular Carlos Fonseca Amador ir a la Costa Caribe Norte y Sur, por eso estamos trabajando ahí; llegamos a los lugares más difíciles de nuestra patria y abonamos para que nuestro Gobierno vaya hacia adelante en la lucha y a favor de la paz, cariño y amor hacia los pueblos originarios. No vamos a salir de ahí hasta que miremos un gran progreso en toda la zona de los pueblos originarios de Nicaragua.

L.G.: Desde su perspectiva, maestro, ¿cómo fundamentaría el modelo educativo de Nicaragua centrado en la persona, familia y comunidad?

O.P.: Yo creo que, el desarrollo económico de un país tiene sus bases en la educación. Eso lo tenemos claro. Pero, es lógico que hay varios caminos. Si el niño pasa de sexto grado y no quiere ir al bachillerato o quizás se bachillera y no quiere ir a la universidad, o si llega al tercer año y no quiere ir a la universidad, está el camino de la educación técnica. En nuestro país existen varias opciones que permiten a las personas aportar económicamente al desarrollo de su localidad.

Todos estos ríos que mencioné tienen como objetivo principal lograr que el país deje de ser pobre y pueda tener un desarrollo político, económico y social. Claro, no puede hacerlo solo el gobierno, solo el Ministerio de Educación, el Instituto Nacional Técnico y Tecnológico o solamente el Consejo Nacional de Universidades; toda la población nicaragüense debe apoyar en este proceso.

Al pueblo de Nicaragua nos caracteriza la unidad, la unidad que hemos venido practicando desde la Cruzada Nacional de Alfabetización. Ahí es donde se enfoca el modelo educativo centrado en el desarrollo humano de la persona, la familia y la comunidad, todos siendo parte de la revolución. El ejemplo más vivo fue cuando el pueblo se unió a favor de un objetivo principal: la erradicación del analfabetismo, enseñar a leer y escribir a nuestro pueblo para poder seguir luchando por una nueva educación y una nueva sociedad. No nos detenemos ahí porque tenemos que seguir con el nuevo modelo educativo, participativo y movilizativo con nuevas generaciones.

Es importante que los de cabello blanco encomendemos tareas a la juventud para que ellos participen, que vean un ejemplo en lo que hemos hecho. Por eso, la Asociación de Educación Popular Carlos Fonseca Amador está en los lugares más difíciles para que el joven se vuelva integral; sencillamente damos el ejemplo. Esto implica que los maestros de primaria, secundaria y de la universidad debemos seguir dando el ejemplo, estar enamorados de compartir con la gente en los lugares más difíciles. Es más, de no vivir mi propia vida común sino vivir la vida del campesino, la vida del pueblo para ayudar, darle todo al pueblo sin esperar nada a cambio para que los jóvenes nos sigan.

L.G.: Durante la Cruzada Nacional de Alfabetización nuestros campesinos nunca dejaron de trabajar, iban al campo y en la tarde participaban en el proceso de alfabetización. ¿Podría compartirnos algunos aspectos organizativos y de implementación?

O.P.: La Cruzada Nacional de Alfabetización no podía impedir que nuestra gente siguiera trabajando, como quien dice sacar la tarea en un solo día. No era posible. La alfabetización era una hora al día sin dejar de producir. ¿Se imagina un país sin producir por seis meses? ¿Se imagina que los obreros dejaran de trabajar las máquinas? ¿Qué hubiéramos hecho en esta patria? No era el objetivo. El objetivo era enseñar a leer y escribir sin descuidar el trabajo, sin descuidar los talleres de mecánica.

L.G.: Para finalizar ¿Cuáles serían los retos y desafíos de la alfabetización como un componente integral para el desarrollo humano pleno en esta segunda etapa de la revolución?

O.P.: Debemos tener cuidado con los tres ríos que compartí y hago mucho énfasis en eso porque es peligroso retroceder al analfabetismo. Siempre y cuando podamos lograr cerrar esos tres ríos y que todos los habitantes de esta Nicaragua abonemos, vamos a mantener los niveles de analfabetismo en lo mínimo, debemos aspirar a tener el 1 % o 3 % porque son cifras deseables, aceptables no solo para la UNESCO. Pero, a nosotros no nos interesa un número, realmente nos interesa mantener una población letrada. El gran reto es seguir aprendiendo de lo que hemos venido haciendo y mejorar lo que hemos hecho.

Finalmente, quisiera referirme a la juventud para que pueda tener confianza y nosotros en ella. Creo que deben existir conferencias de hombres y mujeres que están en distintas partes haciendo buenas cosas por el pueblo. No solo la Asociación de Educación Popular Carlos Fonseca Amador está trabajando con los pueblos originarios, tenemos otras grandes mujeres y hombres que están trabajando en las comunidades capaces de contar su experiencia para que nuestros jóvenes se entusiasmen por los proyectos revolucionarios. El joven vive de entusiasmo, de alegría, de movimiento y no podemos brindarle solo palabras, tenemos que hacerlos trabajar, involucrarlos en tareas. Podemos decirles a los jóvenes: "Vamos a construir una escuela", y estoy seguro de que participan. Solo hay que empujarlos, hay que moverlos.

El reto de nuestra educación es grande. Las universidades deben seguir movilizando a los jóvenes para que puedan tener conciencia de mirar y trabajar con la gente pobre de las comunidades, especialmente que se interesen por la Costa Caribe de Nicaragua y se involucren en las montañas de este país para que tengan una nueva visión. Así es como la Gran Cruzada Nacional logró transformar tantos jóvenes. El Ministerio de Educación y el Consejo Nacional de Universidades tienen el reto de enviar jóvenes a darle seguimiento a personas de distintas comunidades para lograr un cambio de seres humanos nuevos.

L.G.: Muchas gracias, maestro Pineda, por brindarnos este espacio y compartir con la comunidad educativa aspectos relevantes de la organización y su participación en la Gran Cruzada Nacional de Alfabetización en la primera y segunda etapa de revolución.

O.P.: Nuevamente muchas gracias a la Revista Índice por la invitación. Hemos compartido con mucho amor, con mucho cariño y queremos seguir instando al pueblo de Nicaragua para continuar en unidad y aportar al modelo educativo en Nicaragua que transforma a la persona, la familia y la comunidad.

Entrevista por:
MSc. Laleska Iletse Gutiérrez Orozco

Transcripción de la entrevista:
MSc. Laleska Iletse Gutiérrez Orozco

Edición del texto:
MSc. Nohemí Rojas Icabalzeta

Producción audiovisual y apoyo logístico:
Equipo técnico audiovisual Dirección de
Educación a Distancia Virtual (DEDV)
UNAN-Managua