Alfabetización

Siempre que se cuenta una historia se cuenta el origen.

Y esta comienza en el Centro de América, más precisamente en Nicaragua. Eran los años más duros de la siembra, se luchaba, se combatía, a veces se ganaba, a veces se perdía, fue cuando el novio de la Patria Rojinegra ordenó al jefe de un grupo que se entrenaba: "Y también enséñenles a leer". Y esa fue la chispa que encendió el fuego y que aún consume la ignorancia.

Es sabido que, en Nicaragua había un cáncer, el cáncer del analfabetismo, el cáncer de la servidumbre y la humillación. El ambiente se debatía en un clima de zozobra y oscuridad. La sociedad estaba encadenada, sin esperanza, no había en ese mundo más que ígneas tormentas que envenenaban y mordían con odio los lomos fuertes del pueblo.

Iletrado el abuelo, iletrado el hijo, iletrado el nieto, iletrado el yerno, iletrados los que no habían nacido y todo porque un grupo mandaba –no gobernaba-. Ese grupo de Caínes modernos, de brutos sanguinarios, se oponían al desarrollo, se oponían a la luz, se oponían a la esperanza. Era como que millones de arpías ensuciaran el sendero a seguir.

En Nicaragua, desde 1821 hasta 1979, se asesinaba la Armonía. No había comprensión, no había reconciliación, como que había muerto el amor.

Fue cuando llegó el Frente Sandinista de Liberación Nacional, Carlos y las enseñanzas de Sandino. En ese momento se decidió qué hacer. Esgrimir los ideales lumínicos, con Amor Angélico en el Corazón. Forjan un Ejército con una sola misión: Acabar con la ignorancia, acabar con la oscuridad, acabar con la zozobra y el miedo y ese Ejército fue formado por hombres y mujeres jóvenes llenos de Esperanza.

El fuego sandinista ordena organizar un ejército único en el mundo, cuyos soldados no herirían, no matarían, más que la ignorancia. Ese ejército fue aplaudido en todo el planeta y recibió nuestra Bendita Nicaragua, Premios, Reconocimientos, Aletazos de la Gloria.

Al frente de ese ejército y casi como designio divino, se puso a un Padre y a un Quijote. El Padre ya se fue con el Padre. El Quijote se quitó el casco y ahora usa sombrero. Desde antes el Maestro -genio del enamoramiento- ha conquistado los corazones de jóvenes orgullosos, les ha transmitido del fuego de su terquedad y los envió a sembrar y a servir para la edificación de una Patria Digna, que, a la fecha, es Modelo de Paz y Cultura para los Pueblos del Mundo.

Así fue y así será.

Los jóvenes revolucionarios sandinistas, los que somos hermanos por carne y espíritu, los que tenemos visión de lo que será Nicaragua nos responsabilizamos y todos a una voz: juntamos la idea y el alma, la cartilla y el cuaderno a la tarea magna de: ALFABETIZAR.

Hoy la generación adulta de la Revolución les dice a los jóvenes de siempre: HAY QUE dar aliento al pueblo: civilización y cultura nuevas. Hay que hermanar a nicaragua con lo mejor de la humanidad.

Que la paz tenga asilo en el alma del rebelde titánico pueblo nicaragüense y fijar de una vez y para siempre en el templo de los siglos, ese ideal lumínico de fuego y amor: ¡y también enseñenles a leer!

¡ASÍ SEA!

Nelson Guillén

Managua, 2023